Desde la época de los libros manuscritos, el códice organiza el contenido en una superficie rectangular que contiene una cantidad acotada de información, para acceder a ella en un cierto orden y con una determinada relación secuencial.
El libro es un modelo que ha persistido a través de las eras del manuscrito, la imprenta y actualmente lo digital.
El término ha sido definido para fines estadísticos por la UNESCO como una «publicación impresa no periódica de al menos 49 páginas sin incluir las cubiertas».
Véase Códice
Imagen: Compendio para alfabetos, Karl Gertsner.
