Es una variable tipográfica cuyos signos se presentan inclinados hacia la derecha. La itálica, deriva de las formas de la escritura conocida históricamente como cancilleresca.
En diseño editorial, frecuentemente se utilizan para resaltar palabras que se encuentran en otro idioma dentro del texto, títulos de obras o para uso metalingüístico.
La itálica o bastardilla se diferencia de la oblicua porque algunos signos tiene una estructura diferenciada, mientras que la oblicuas son la misma estructura que las rectas o roman pero inclinadas, evidente en la «a », la « g».
Frecuentemente se la llama erróneamente cursiva, pero ésta tiene otra estructura que responde a la fluidez de la escritura.
Véase: Cursiva / Cancilleresca
