CALIGRAFÍA. Durante el siglo 8 DC, con el reinado de Carlomagno surge esta nueva escritura: la carolina o carolingia. Originalmente atribuida a Alcuino, actualmente se sabe que se desarrolló en varios puntos del imperio al mismo tiempo. El nuevo orden político y religioso universal debía ir acompañado de una nueva escritura también universal y este papel lo desempeñó la escritura carolina.
Sin duda su éxito se debió en gran medida a su alta legibilidad. Pretendía ser transmisora de cultura a nivel general y tenía como imperativo fundamental la claridad y facilidad de lectura impulsada por varios métodos, como el ductus preciso de las letras, la tendencia a separar palabras, el uso escaso de ligaduras y la restricción del empleo de abreviaturas.
La carolina es la recuperación de la antigua minúscula utilizada en los códices de los siglos IV y V con un trazado preciso y cuidado.
